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Su Alteza Serenísima

Literatura, Cine, Historia y Arte en general

Eres la mierda obediente del mundo

Eres la mierda obediente del mundo

Hace poco leía en Facebook la tontería de que las personas que no han visto Star Wars se sienten parte de un grupo “selecto”, me parece ridículo porque entonces yo sería más selecto aún por nunca haber visto Titanic o por detestar a Harry Potter. Que te guste algo o no, no te hace más selecto, te hace un individuo con gustos propios. Luego leí otra tontería aún más estúpida de que si le vas a las Chivas, al América o a X equipo, eres feo y estúpido y de que si no te gusta el fútbol entonces eres culto y hermoso. Siguiendo esa lógica entonces soy la persona más estúpida y fea del mundo porque no solo veo fútbol mexicano sino que me gusta el FC Barcelona, PSV, Borussia Dortmund, Blackburn Rovers, Juventus, Denver Broncos y ni hablar de los eSports donde Nintendo ya está bien metido con juegos como Super Smash Bros. y Splatoon. La gente se toma muy en serio eso del pan y circo sin pensar su significado aludiendo de que toda la ignorancia del mundo proviene de la religión y de los deportes (sí y no, pero eso es otra cuestión). La gente que se cree culta porque no le gustan los deportes ni siquiera sabe que los más cultos de los romanos vivían constantemente en bacanales y banquetes, vean a Petronio o a Marco Tulio Cicerón; no piensan que ir a un bar a beber es parte del circo romano, es parte de despejar tu mente, de divertirte, al igual que leer (y miren que yo leo más de lo que juego un videojuego o veo partidos en los fines de semana), leer me sirve para aprender pero también para distraerme, es mi "panem et circensis" que todo ser humano necesita. Incluso Jean-Jacques Rousseau, quien criticó a las artes de ser la causa de que el hombre se olvide de su propia naturaleza, usaba al arte como medio de exponer ese “mal” (sí, el arte durante la Ilustración era el fútbol de nuestra época, distracción de los males del mundo). La gente tiende a infravalorar a los que gustamos de los deportes como tienden a sobrevalorar a los que leemos. Ni uno me hace más inculto ni el otro me hace más culto sino lo que sé hacer con ambos. Con el fútbol aprendí muchas situaciones políticas, por ejemplo; el irle al Barsa o al Real Madrid tiene muchas connotaciones políticas, con uno apoyas a la Cataluña independiente y con el otro apoyas a la élite y conservadurismo español. Irle al Manchester City o al United depende de condiciones socioeconómicas (o dependía, ahora con la globalización ya cualquiera le va a X equipo sin importar si es obrero o abogado), pero fuera de eso, a mí me sirve lo mismo para distraerme ver un partido del Dortmund que leer una novela de aventuras de Prosper Mérimée; claro, siempre preferiré un libro porque me gusta la imaginación y siempre ha sido más lo mío la lectura pero eso no me hace intelectual así como el que prefiere los goles de Marco Reus no lo hace más ignorante. El aprendizaje de todas las cosas por cualquier método es lo que nos hace el “Animus in consulendo liber”. Si no te gusta el fútbol seguro te gusta la música o el teatro o beber (a mí me gusta todo eso menos el beber) y eso es lo mismo: alimentar a tu espíritu de lo mundano del mundo para olvidar su sufrimiento, o sea: todo es soma y nadie se abstrae de esa realidad. Parafraseando a Tyler Durden: Tú no eres tu trabajo. No eres cuánto dinero tienes en el banco. No eres el auto que conduces. No eres el contenido de tu billetera. No eres tus malditos pantalones, no eres lo que lees o ves en la televisión. Eres la mierda obediente del mundo.

Víctimas del ayer, victimarios de hoy... Primera parte

Víctimas del ayer, victimarios de hoy... Primera parte

   Andalucía VS Catalunya

 

   Como todos saben, cada año se celebra en la ciudad de Guadalajara, Jalisco la FIL (Feria Internacional del Libro); la feria literaria más importante del mundo hispano y la segunda más importante a nivel mundial. Cada año un país recibe la distinción de ser el país de honor y esto conlleva a más presencia dentro del recinto además de realizar distintos eventos artísticos, teatrales, musicales y culinarios. Sin embargo, en el 2003, aquéllo de País invitado digamos que se modificó un poco al invitar no a un país sino a una región, en ese caso al estado canadiense de Québec, un nicho libertador dentro de la monarquía constitucional canadiense, que busca su independencia. En el 2004 se siguió el camino del año anterior al invitar a la Comunidad Autónoma española de Catalunya, otra región que busca su independencia (en este caso, de España). Las críticas no se dejaron esperar y tanto los medios españoles como el gobierno, manifestaron su malestar ante tal designación ya que no esperaban que una Comunidad Autónoma (tan independentista) fuera designada como país invitado (a los españoles no les gusta esto de País Catalunya o Nación catalana). En este 2006 el camino sigue el mismo trayecto que en años anteriores (a excepción del año pasado cuyo país invitado fue Perú) ya que el país invitado no es un país sino otra Comunidad Autónoma española... Andalucía, la más española de todas las comunidades autónomas españolas (ya saben: los toros, las sevillanas, la sangre mestiza, el flamenco, el sol, las playas, las mujeres más hermosas de España y toda aquella parafernalia estereotípica). Por el momento no he visto, leído o escuchado alguna crítica al respecto de esta designación. El porqué, no lo sé... ¿Quizá porque Andalucía posee todos los valores españolistas y Catalunya no? ¿Quizá porque toda su obra literaria, teatral y musical que traigan a Guadalajara será en castellano y no en catalán como en el 2004?  Por lo pronto a mí no me molesta la designación de estados, regiones o comunidades autónomas en vez de países (al contrario, yo aplaudo la iniciativa) ya que comos sabemos, en los países cultos (como  España) se vive y respira una pluriculturalidad y al igual que México donde Jalisco no es lo mismo que Yucatán, en España no es lo mismo Catalunya que Andalucía y el chiste es gozar con la diversidad cultural de un país (en este caso el de España). Vamos, que no siempre es así, ya que pueden invitar a EUA como país monocultural donde es lo mismo Nebraska que Iowa y Virginia que Virgina del Oeste. Y para no perder lo polémico del tema, les dejo el siguiente cuestionamiento...

 

   Andalucia... ¿Víctima de la catalanización en Guadalajara en el 2004, victimario con la castellanización en el 2006?

1984

1984

   Quien controla el pasado controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado.

   No podía dejar de hablar sobre una de las más grandes obras literarias que haya leído jamás y ésta es... 1984 de George Orwell. Una obra que junto con De Profundis de Oscar Wilde y Crimen y Castigo de Fiódor Mijáilovich Dostoyevski han forjado en mí una visión más compleja sobre el mundo que me rodea. Antes de ahondar en el libro, conozcamos un poco sobre el autor...

Autor

   Eric Arthur Blair, más conocido como George Orwell (Motihari, 25 de junio, 1903 - Londres, 21 de enero, 1950), era un escritor y periodista británico. Sus dos obras más conocidas son Rebelión en la granja y 1984. Nació en Motihari, colonia británica de la India, el 25 de junio de 1903. Hijo de Ida Mabel Limouzin Balir, de ascendencia birmana y de Richard Walmsley, administrador del departamento de opio del gobierno hindú.

   A los dos años se trasladó con su madre y hermana mayor a Inglaterra y no volvería a ver a su padre hasta 1907, cuando éste visita Inglaterra durante tres meses antes de partir de nuevo. Eric tenía una hermana mayor llamada Marjorie y una hermana menor llamada Avril.

   A la edad de seis años Blair fue enviado a una pequeña escuela parroquial anglicana en Henley, a la cual había asistido su hermana antes que él. Nunca escribió sobre sus recuerdos de aquella época, pero debió de impresionar a sus profesores muy favorablemente pues dos años más tarde fue recomendado al director de una de las escuelas preparatorias de mayor renombre en Inglaterra por aquellos tiempos, St. Cyprian, en Eastbourne, Sussex. El joven Eric asistió a esta escuela gracias a una beca que permitía a sus padres pagar solamente la mitad de las tasas habituales. Aquí consiguió sendas becas para las escuelas de Wellington y posteriormente Eton, en la cual dice, años más tarde, haber sido relativamente feliz, pues se permitía a los estudiantes una considerable independencia, y en la que hizo amistad con varios futuros intelectuales británicos, como Cyril Connolly, futuro editor de la revista Horizon, en la cual fueron originariamente publicados muchos de los ensayos de Orwell.

   Tras terminar sus estudios en Eton decide unirse a la Policía Imperial India en Burma, pues no tenía posibilidades de conseguir una beca universitaria y los medios de su familia no eran suficientes para costear su educación. Abandona el ejército y vuelve a Inglaterra en 1928 habiendo desarrollado un odio hacia el imperialismo que muestra en Burmese Days, publicada en 1934, y en ensayos como Un ahorcamiento (A Hanging) o Disparando a un elefante (Shooting an Elephant). Posteriormente vive varios años en la indigencia, haciendo trabajos de todas clases, tal y como recuerda en Sin blanca en Paris y Londres (Down and Out in Paris and London), su primera obra importante. Consigue un trabajo como maestro de escuela pero se ve forzado a abandonarlo por problemas de salud y entra a trabajar como asistente en una tienda de libros de segunda mano en Hampstead, una experiencia que rememora parcialmente en la novela corta Mantened la Aspidistra izada (Keep the Aspidistra Flying).

   Eric Blair se convierte en George Orwell en 1933, mientras el autor escribía para el New Adelphi, vivía en Hayes, Middlesex, y trabajaba como profesor de escuela. Adopta este pseudónimo para no incomodar a sus padres con Sin blanca en Paris y Londres. Llega a considerar otros nombres literarios como Kenneth Miles o H.Lewis Allways, antes de decidirse por un nombre que deja traslucir el afecto que siempre sentirá por la tradición y la campiña inglesa: Jorge es el santo patrón de Inglaterra (y Jorge V era el soberano entonces), mientras que el río Orwell, en Suffolk, es uno de los lugares más emblemáticos para muchos ingleses. Blair también pensó que un apellido que empezara con la letra "O" le daría una mejor posición a sus libros en los estantes de las librerías. Orwell se casa con Eileen O´Shaughnessy en 1936, y adoptan un niño, Richard Horatio Blair. Eileen morirá en 1945 durante una operación.

   Como miembro del Partido Laborista Independiente se alistó, al igual que miles de extranjeros, para luchar por la defensa de la República española durante la guerra civil española. Llegó a Barcelona en diciembre de 1936 y el mismo día se alistó y fue asignado como miliciano al anti-estalinista POUM. Su participación le motiva para escribir "Homenaje a Cataluña", donde describe su admiración por la aparente ausencia de estructuras de clase en algunas áreas dominadas por anarquistas revolucionarios. Pero también critica el control soviético del Partido Comunista de España y las mentiras que se usaban como propaganda para la manipulación informativa. Orwell recibiría un tiro en el cuello cerca de Huesca, el 20 de mayo de 1937. Después pasará seis meses en Marruecos para recuperarse de esta herida. En 1937, en las purgas del PCE (proestalinista) contra el POUM, Orwell relata que estuvo a punto de ser asesinado en Barcelona.

   Orwell se sustentará escribiendo reseñas de libros para el New English Weekly hasta 1940. Durante la Segunda Guerra Mundial fue miembro de la Home Guard, en donde recibe la Medalla de la Defensa. En 1941 empieza a trabajar para el Servicio Oriental de la BBC, principalmente en programas para ganar el apoyo de la India y el este de Asia a los ejércitos aliados. Era consciente de que su trabajo en esta época era simple y llanamente propaganda y describe sentirse como "una naranja que ha sido pisoteada por una bota muy sucia". A pesar de la buena paga, renuncia en 1943 para convertirse en columnista y editor literatio del Tribune, la revista semanal de tendencia izquierdista que entonces dirigían Aneurin Bevan y Jon Kimche. En 1949 Orwell entrega una carta a una amiga, Celia Kirwan, la cual trabaja para una sección del Foreign Office (o Ministerio de Asuntos Exteriores) que se dedica a publicar propaganda anticomunista. La carta incluye una lista de treinta y siete escritores y artistas que Orwell considera con inclinaciones procomunistas. En la lista, que no fue publicada hasta el 2003, se incluyen numerosos periodistas (entre ellos el editor del New Statesman, Kingsley Martin) pero también a los actores Michael Redgrave y Charlie Chaplin. Los motivos de Orwell para entregar la lista no son claros, aunque la explicación más probable es posiblemente la más simple: estaba ayudando a una amiga en una causa, la lucha contra el estalinismo, que ambos apoyaban. No hay indicación alguna que nos haga pensar que Orwell abandonara el socialismo democrático que promovía en sus últimos escritos. Se ha revelado en el año 2005, mediante un informe de la inteligencia británica, que Orwell mismo fue observado durante alrededor de 12 años por la policía por su aparente vinculación con movimientos de izquierdas. Se cree que ésta fue una de las principales inspiraciones a la hora de plasmar su famosa novela 1984.

   En octubre de 1949, poco antes de su muerte, se casa con Sonia Brownell. Orwell muere en Londres a la edad de 46 años, de tuberculosis, la cual probablemente había contraído durante el periodo que describe en Sin blanca en Paris y Londres. Pasa los últimos tres años de su vida entre hospitales. Pide que se le entierre de acuerdo al rito anglicano. Muere el 21 de junio de 1950. Sus restos reposan en Sutton Courtenay, Oxfordshire.

Novela

   La ignorancia es la fuerza. La libertad es la esclavitud. La guerra es la paz.

   La novela es una descripción analítica de los regímenes totalitarios con un final desolador. El personaje principal es Winston Smith. Trabaja en el Ministerio de la Verdad (uno de los 4 ministerios que hay). Estos son: El Ministerio del Amor (se encarga de leyes y castigos), el Ministerio de la Paz (se encarga de asuntos relacionados con la guerra), el Ministerio de la Abundancia (encargado de los asuntos relacionados con la economía) y el Ministerio de la Verdad (se dedica a reescribir la historia, para que las predicciones del Gran Hermano coincidan con la realidad, a traves del falseamiento a posteriori de dichas predicciones en los medios de comunicación). Vive en el Londres de un virtual 1984, en un mundo dividido en tres superpotencias: Eurasia, Asia Oriental y Oceanía, donde imperan, respectivamente, el neobolchevismo, la "adoración de la muerte" y el Ingsoc, acrónimo anglo para "socialismo inglés".

   El Gran Hermano, el Big Brother, suple a todo personaje político, él es el comandante en jefe, el guardián de la sociedad el dios pagano y el juez supremo, aunque ni siquiera se sabe si existe realmente. Él es la encarnación de los ideales del Partido, el Partido ubicuo, único y todopoderoso que vigila sin descanso. El Partido al que han de pertenecer todas las personas, sólo se salvan los "proles"; ellos no cuentan y tienen derechos como los animales. Ni siquiera la familia está por encima de su presencia, es común la denuncia de hijos pequeños a sus propios padres por traicionar al Partido. Irónicamente, Orwell insinúa la posibilidad de que ya ni siquiera sea una persona real, sino un mero icono propagandístico.

   Tras años trabajando para el Ministerio de la Verdad, Winston se vuelve consciente de que los retoques de la historia en los que consiste su trabajo son sólo una parte de la gran farsa en la que se basa su gobierno, y encuentra el amor de una joven rebelde, como él, encarnando así una resistencia de dos contra una sociedad que se vigila a sí misma.

   Juntos se afilian a la Hermandad, un grupo de Resistencia. Pero ese grupo, si es que existe, no es lo que creen...

   A través de una historia intrincada y una narrativa aguzada, Orwell relata al lector la historia trágica y aparentemente emancipadora de Winston Smith y Julia, tratando de derrocar un sistema donde la intimidad y el libre pensamiento no existen, ni siquiera se conocen. Donde el deseo sexual no está permitido y el sexo es sólo la vía para tener hijos (el deber para con el Partido).

   Mi comentario personal sobre el libro... El libro es capaz de transportarte a un mundo no muy distinto al que vivimos hoy en día; un mundo donde la política intervencionista de los EUA no respetan ni a sus propios ciudadanos interviniendo llamadas y vigilando sus movimientos por la internet. Winston Smith es un antihéroe de nuestra sociedad que trata de reivindicar las libertades que poco a poco nuestros gobernantes nos quitan en pro de políticas de "seguridad". En el Londres de 1984 se vive con miedo a pensar de otra manera que no sea como la que el Partido dicta. Los sueños son irrealizables y constantemente frustrados por la omnipresencia del Gran Hermano; la libertad de pensamiento es sólo una utopía y los sentimientos son reprimidos.  La verdad es constantemente modificada según los designios y las conveniencias del Partido. ¿Es esto realmente ficción o verdaderamente se acerca a nuestra realidad? ¿Acaso ya nos ha llegado nuestro propio 1984?

   Para el futuro para el pasado, para el tiempo en que se pueda pensar sin censuras, cuando los hombres sean diversos y eso no implique la soledad y la incomunicación... Para el momento en que la verdad sea aceptada y lo hecho no pueda ser deshecho por la fuerza.
   Desde esta época de sumisión y soledad, la Era del Gran Hermano, la época del doblepensar... ¡muchas felicidades!"

Historia de Méjico

Historia de Méjico

   En días pasados tuve la oportunidad de comprar en el Colegio de Historiadores de Guanajuato un excelente libro titulado: Historia de Méjico, del guanajuatense Lucas Alamán. Asociado al Partido Conservador Mexicano y ferviente defensor del centralismo, Lucas Alamán (1794-1853) fue empresario, político e historiador; quizá el historiador más importante de México en el siglo XIX. Fue Ministro de Relaciones Interiores y Exteriores varias veces y la última vez fue durante el también último mandato de Antonio López de Santa Anna. El libro fue escrito poco después de la Guerra con EUA (1846-1847). Cualquier amante de la Historia del siglo XIX de México debería de leer este libro porque nadie como Lucas Alamán, un historiador que vivió en carne propia las aventuras y desventuiras de nuestro, en ese entonces, naciente país, para contarnos la realidad del México Independiente.

Libros recomendados (y otros no tanto)

Libros recomendados (y otros no tanto)

   Me gustaría dividir en cuatro categorías los libros que yo recomiendo para introducirse en la Historia de México del Siglo XIX. La primera categoría: los libros escritos con objetividad (dígase de aquellos libros que carecen de parcialidad y que toman tanto lo bueno como la malo de cierto personaje de la historia o situaciones de ésta y no se deja llevar por ninguna tendencia política, social o personal y llevan de buen modo, la veracidad de los hechos). Segunda categoría: los libros que no son tan objetivos pero que cumplen con un cometido de gran contenido (es decir, que pese a ser tendenciosos en ciertos aspectos manejan gran cantidad de buena información respecto a nuestro pasado). La tercera categoría es un poco complicada de definir (y arriesgada para mí) ya que aún no leo esos libros pero me los recomendaron ampliamente. La cuarta categoría son los libros que no recomiendo porque carecen de fundamentos, ética y objetividad. Son tendenciosos a más no poder y sin embargo en esta vida hay que leer y ver de todo para poderse hacer de una visión completa del campo en el que se vive...


   Por su objetividad e imparcialidad recomiendo ampliamente la colección de Los Grandes Mexicanos (Grupo Editorial Tomo, 2003); en especial el tomo dedicado a Don Antonio López de Santa Anna.


   Por su gran contenido pero no muy objetivo respecto a ciertos temas, en especial el Tomo IV (México Independiente, 1821-1855), recomiendo el Compendio General de México a Través de los Siglos (Editorial del Valle de México, 1974) realizado por Francisco Rofer que se divide en 6 tomos escritos por varios novelistas.


Primer Tomo: Era Prehispánica-Conquista de Hernán Cortés.


Segundo Tomo: El Virreinato de la Nueva España.


Tercer Tomo: La Independencia.


Cuarto Tomo: México Independiente (1821-1855).


Quinto Tomo: La Reforma.


Sexto Tomo: El Porfiriato y la Revolución.


   Los libros que me recomendaron (ya los tengo en mi poder, sólo me hace falta el tiempo para leerlos) son La Intervención Francesa y el Imperio en México de Manuel J. Aguirre (Costa Amic Editor, 1969) y México, Tierra de Volcanes de Joseph H.L. Schlarman (Editorial Porrúa, 1950).


   Juárez Marxista de Salvador Abascal [padre del actual Secretario de Gobernación Carlos Abascal Carranza, panista y del Yunque (de ahí su fascismo)] es el libro que por el momento no recomiendo por las razones ya descritas arriba; pero vuelvo a repetir... Hay que leer y ver de todo para poderse hacer de una visión completo del campo en el que se vive... A algunos podrá gustarles este libro, a otros no; lo importante es que cada uno tome lo que le parezca conveniente de cada libro que se lee...


 

   En cuanto pueda pondré más libros a la lista. Por mi escasa disponibilidad de tiempo se me complica actualizar este blog a diario.